El padre muere, la hija aprende más sobre su vida: Después de eso, ella pone todo patas arriba

Wisconsin (EE. UU.) - Tras la muerte de su querido padre en diciembre de 2015, con solo 57 años, la vida de Ashley Kay cambió abruptamente. Superar el golpe del destino le llevó tiempo, y hoy emula a su padre Tom.

Ashley Kay (36) y su Toyota Tacoma, su fiel compañero de viaje.
Ashley Kay (36) y su Toyota Tacoma, su fiel compañero de viaje.  © Screenshot/Instagram/hifromashley

"El año siguiente a su muerte, muchos amigos y parientes me llamaron y me contaron historias alocadas e increíbles sobre mi padre y sus viajes", explica la estadounidense, que ahora tiene 36 años, en una entrevista con SWNS.

Ashley se replanteó su propia vida y tomó una decisión de la que aún hoy no se arrepiente: vendió su piso de tres habitaciones en Wisconsin en 2023, cogió 44.000 dólares estadounidenses (unos 39.000 euros) en la mano y se compró en su lugar un Toyota Tacoma.

A partir de entonces, el pick-up y el labrador Porter serían sus únicos compañeros constantes. Bajo el lema "¡La vida es para vivirla!", Ashley se lanzó a explorar el mundo.

Desde entonces, la aventurera siente especial predilección por Sudamérica y Centroamérica. Baja California, un estado de México , se convirtió en su lugar favorito: "La naturaleza es preciosa, me encanta el océano", dice Ashley.

Cuando el perro Porter muere, Ashley tiene que enfrentarse al siguiente golpe del destino

A sus 36 años, sólo guarda buenos recuerdos de Perú y Costa Rica, aparte de los reventones de neumáticos en medio del desierto. Sin embargo, Ashley nunca olvidará un incidente que le ocurrió en Honduras.

Mientras buceaba, conoció a otro viajero, un hombre de Austria . Ashley quiso saber de él cuál había sido la peor experiencia de sus viajes . "Su respuesta fue que no había salido temprano", dijo la estadounidense.

Esta frase le confirmó que iba por buen camino. La única incertidumbre fue cuando el labrador Porter se fue al cielo de los perros el año pasado. A partir de ese momento, Ashley se quedó completamente sola.

"Es mucho trabajo recorrer este camino sola", dice. Pero no deja que eso la desanime: "En general, todos los problemas tienen solución. Sólo hay que tener paciencia".