Nueva Zelanda - Durante semanas, Paige Suisted (27) recibió diagnósticos contradictorios, hasta que los médicos finalmente la catalogaron como “incurable”. Pero entonces ocurrió algo que la joven neozelandesa no había esperado.

Paige quedó profundamente aterrorizada cuando, en abril del año pasado, le diagnosticaron un tumor cerebral incurable.

El tumor, del tamaño aproximado de una pelota de golf, estaba situado en un punto especialmente crítico y presionaba los nervios que controlan el lado derecho de su cuerpo.

Como una cirugía habría sido demasiado arriesgada, la joven comenzó un intenso tratamiento de quimioterapia y radioterapia. Paige, que antes trabajaba como modelo y como vendedora en una joyería, empezó a documentar su dura rutina en las redes sociales .

Un año después ocurrió lo increíble: en una revisión de control, las imágenes de resonancia magnética ya no mostraban ninguna anomalía. El tumor parecía haber desaparecido de repente.

Aunque los médicos no pueden declarar oficialmente a Paige libre de cáncer sin una cirugía, varios especialistas ya describen este caso inusual como una “anomalía médica”.

Que un tumor cerebral claramente visible pudiera desaparecer por sí solo nunca lo habría imaginado Paige. Desde entonces, la joven de Nueva Zelanda está recuperando paso a paso su vida cotidiana y quiere usar su experiencia para dar ánimo a otras personas afectadas.

«Ahora vivo cada día con plena consciencia», dijo Paige a People. «Y quiero apoyar a quienes tengan que recorrer el mismo camino tan difícil».

Aunque oficialmente la mujer de 27 años sigue siendo considerada enferma de cáncer, sus probabilidades de supervivencia probablemente hayan aumentado considerablemente ahora que el tumor ha desaparecido.