Una catástrofe natural persigue a la siguiente: el terremoto en Filipinas deja decenas de muertos
Bogo (Filipinas) - Los habitantes de la isla acaban de sobrevivir al tropical " Bualoi " y ya se avecina el próximo y fatal fenómeno natural. Un terremoto de magnitud 6,9 hace temblar el suelo en las paradisíacas Filipinas .

Según un informe del canal de noticias "CNN", el devastador fenómeno natural golpeó con toda su fuerza el martes por la noche a las 22:00 (hora local).
El epicentro del sismo se encontraba en el mar, justo entre las ciudades costeras de Bogo y Palompon. En conjunto, ambos lugares albergan a aproximadamente 136.000 habitantes, quienes fueron afectados por el terremoto esa fatídica noche.
Con una magnitud de 6,9, el temblor submarino fue lo suficientemente fuerte como para derrumbar numerosos edificios, incluidas viviendas, centros comerciales y gimnasios. Las personas que se encontraban dentro de esas estructuras fueron sepultadas bajo los escombros.
Representantes de la protección civil local declararon ante el canal de noticias que al menos 60 personas perdieron la vida en el sismo. Según datos oficiales, el número de heridos asciende a 150, y los hospitales locales están abrumados por el repentino aumento de pacientes.
Dos días después, los equipos de rescate siguen buscando, en ocasiones sin éxito, a posibles sobrevivientes que podrían estar atrapados entre los restos de los edificios colapsados.


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Solo en la ciudad de San Remigio murieron 13 personas. Cuatro de ellas, mientras se jugaba un partido de baloncesto, fueron víctimas del colapso de partes del complejo de edificios.
Richard Gordon, presidente de la Cruz Roja filipina, declaró en una entrevista telefónica que un “intruso” se había “arrastrado hacia nosotros” durante las horas nocturnas.
El sismo también desencadenó una erupción menor del volcán Taal , ubicado a unos 70 kilómetros al sur de la capital filipina, Manila. Afortunadamente, la actividad se limitó a una erupción “menor”, cuya columna de humo alcanzó los 2 500 metros de altura.
Muchos edificios históricos, como iglesias y ayuntamientos, sufrieron graves daños, con grietas en las fachadas e incluso algunos colapsaron.
Decenas de escuelas fueron evacuadas y permanecerán cerradas por algún tiempo, hasta que un perito las declare “seguras”.