Crece la desesperación en Myanmar: amenaza de lluvias torrenciales tras el devastador terremoto

De Carola Frentzen

Naypyidaw (Myanmar) - Numerosas personas perdieron la vida en el devastador terremoto que asoló Myanmar hace diez días. Pero la situación sigue siendo dramática, ya que las lluvias adicionales dificultan ahora las labores de socorro.

Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos dificultan aún más el trabajo de los servicios de emergencia.
Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos dificultan aún más el trabajo de los servicios de emergencia.  © -/kyodo/dpa

El número de muertos sigue aumentando tras el terremoto de magnitud 7,7. Según la junta militar en el poder, hasta ahora se han encontrado 3.514 cadáveres y unas 210 personas siguen desaparecidas.

Sólo en Mandalay, la segunda ciudad en importancia, han muerto más de 2.100 personas, pero el número de casos no declarados es mucho mayor.

Las fuertes lluvias están dificultando aún más la labor de los trabajadores humanitarios. Entre otras cosas, las tiendas de campaña y las clínicas provisionales instaladas por los equipos internacionales habrían quedado destruidas por la lluvia y los fuertes vientos.

Como informa el periódico "The Irrawaddy", citando a meteorólogos locales, también hay amenaza de inundaciones y corrimientos de tierra, y la estación de lluvias en la antigua Birmania es inminente.

El olor de los cadáveres en descomposición está en todas partes en el aire

Los trabajadores humanitarios apenas dan abasto para retirar a los numerosos muertos en Myanmar.
Los trabajadores humanitarios apenas dan abasto para retirar a los numerosos muertos en Myanmar.  © Uncredited/AP/dpa

Sin embargo, según la cúpula militar, no hay esperanza para los desaparecidos, ya que las operaciones de rescate han concluido y han comenzado las labores de limpieza, según el portavoz de la junta, Zaw Min Tun.

El gran número de muertos también dificulta su retirada, por lo que los observadores informan de que el olor de los cadáveres en descomposición persiste en el aire en toda la zona siniestrada.

Todavía no se vislumbra el fin de las catastróficas condiciones, ya que muchas personas siguen sin atreverse a regresar a sus casas por miedo a las réplicas y continúan durmiendo a la intemperie.

El Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Tom Fletcher, que se encuentra actualmente en la región de la crisis, tiene unas palabras claras paraX: "Los terremotos no afectan a todos por igual, sino que golpean con más fuerza a los más pobres. Carecen de medios para sobrevivir y reconstruir sus vidas".