Varios muertos por el huracán: el paraíso turístico declarado zona de catástrofe
De Andrea Sosa Cabrios, Denis Düttmann
Kingston (Jamaica) - ¡Situación dramática en el paraíso turístico! El fuerte huracán "Melissa" ha dañado casas y calles en Jamaica , inundado amplias zonas y dejado sin suministro eléctrico a más de 530.000 hogares. Ante la magnitud de los daños, el gobierno declaró a la isla caribeña como zona de desastre.
Según las autoridades, al menos tres personas ya han fallecido durante los preparativos para la tormenta. El primer ministro Andrew Holness (53) considera que hay más víctimas mortales.
Las fuerzas armadas convocaron, además de los soldados regulares, a reservistas para ayudar en las labores de rescate, informó el periódico “The Gleaner”. Casi 15.000 personas buscaron refugio en albergues de emergencia.
«Nuestras tropas, incluidas las reservas, estarán en el terreno para apoyar las labores de ayuda, proteger a las comunidades y restablecer los servicios esenciales lo antes posible», declaró el actual jefe militar O'Neil Bogle.
El huracán sigue su rumbo hacia Cuba, donde se espera que toque tierra durante la noche del miércoles (hora local), según informó el Centro de Huracanes de EE. UU. en Miami.
Según el gobierno cubano, más de 735.000 personas han sido puestas a salvo.
Al ser alcanzado por un huracán de categoría 5.
"Melissa" alcanzó el martes Jamaica como huracán de categoría 5, con ráfagas de hasta 295 kilómetros por hora.
El huracán trajo marejadas, vientos destructivos y fuertes lluvias. Las autoridades anticipaban inundaciones y deslizamientos de tierra. Sobre la tierra se debilitó temporalmente hasta convertirse en una tormenta de categoría 3.
Según el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU., "Melissa" se desplaza ahora lentamente como un ciclón de fuerza 4 hacia la costa sureste de Cuba. El sistema tormentoso arrastra vientos de hasta 215 kilómetros por hora.
Aún horas después de la llegada del huracán, la magnitud total de los daños en Jamaica seguía sin conocerse. Sin embargo, las autoridades preveían una devastación severa. "Es una de las peores experiencias que hemos vivido", declaró el ministro de Administración Local, Desmond McKenzie (72).