Dubái - Una británica de 23 años fue condenada a cadena perpetua en Dubái bajo condiciones alarmantes. Desde entonces, su madre, preocupada, lucha desesperadamente por la libertad de su hija.

Según informa Daily Mail, Mia O'Brien fue sorprendida en octubre con 50 gramos de cocaína, valorados en unos 2 500 libras (aproximadamente 2 900 euros), mientras visitaba a amigos en Dubái. Fue condenada a cadena perpetua y a una multa de 100 000 libras (cerca de 115 260 euros).

Aún no se conoce públicamente cómo la joven obtuvo la droga .

Desde entonces, la estudiante de derecho británica está recluida, según Mirror, en la infame prisión de Al‑Awir, un lugar del que antiguos internos han publicado relatos estremecedores.

Se dice que allí los reclusos son torturados, maltratados e incluso violados.

Un ex‑presidiario relata cómo la policía le bajó los pantalones y le aplicó descargas eléctricas en los testículos. “Fue increíblemente doloroso. Sentía un terror enorme”, describió la situación.

Otros afirman que los internos tenían que beber agua de los inodoros.

La joven de 23 años comparte actualmente su celda de prisión en Dubái con seis internos más, sin colchón, almohada ni mantas, a pesar de que se dice que los bloques de celdas están helados durante la noche.

La embajada británica declaró que podría tardar en proporcionar cosas básicas como la ropa de cama.

La madre de Mia, Danielle McKenna (46), describió las condiciones de detención como «espantosas». Aunque reconoce que su hija cometió un «error muy tonto», está convencida de que Mia es «inocente» y que ha sido víctima de un «error judicial».

Por ello, todo el proceso se llevó a cabo también en árabe, y Mia se enteró del veredicto más tarde, a través de su abogado.

«Está completamente devastada por lo que ha sucedido», dijo la preocupada madre, que sigue luchando por la libertad de su hija de 23 años.