De Carola Frentzen, Rebekah Lyell

Wellington (Nueva Zelanda) – Tras el fatal desenlace de un dramático secuestro de niños en Nueva Zelanda, la policía ha revelado los primeros detalles del caso.

Las autoridades publicaron fotos del campamento provisional en la naturaleza, donde Tom Phillips, quien se disparó a sí mismo el lunes, se había escondido por última vez con sus tres hijos.

Hace casi cuatro años, en el marco de una disputa por la custodia, se había refugiado en la remota zona boscosa de la isla norte con sus dos hijas y su hijo. En ese entonces tenían ocho, siete y cinco años.

Las fotos fueron tomadas en los densos bosques del distrito de Waitomo. Se pueden ver, entre otras cosas, neumáticos de coche y un bidón de agua. En el campamento, las autoridades encontraron el lunes a dos de los niños tras una búsqueda exhaustiva.

Phillips había abierto fuego contra policías en la localidad de Piopio tras una persecución y fue abatido por ellos, frente a los ojos de uno de sus hijos. Un agente recibió un disparo en la cabeza y tuvo que ser operado de urgencia.

Los cuerpos de seguridad fueron llamados por un robo con armas en una explotación agrícola. En el lugar se encontraron los agentes Phillips y un niño, que huyeron en un quad. Durante la persecución posterior se produjeron los disparos mortales.

Los otros dos niños desaparecieron sin dejar rastro hasta que, el lunes por la tarde (hora local), fueron hallados en el campamento. Según los informes, los tres están bien dadas las circunstancias.

El campamento improvisado estaba a unos dos kilómetros del lugar del hecho, donde murió Phillips. La policía también incautó varias armas de fuego allí. La zona permaneció inicialmente acordonada mientras los especialistas recogían pruebas. No se dieron a conocer de inmediato los detalles sobre cómo vivían los niños en los últimos cuatro años ni de qué se alimentaban.

Los hermanos fueron reunidos nuevamente el lunes por la noche y entregados a la custodia de la autoridad de protección infantil, informó la policía. “Puedo confirmar que los niños están bien dadas las circunstancias y colaboran con el personal”, dijo Warwick Morehu, portavoz de la autoridad.