Dubái (Emiratos Árabes Unidos) - Un millonario y su esposa fueron secuestrados y asesinados en Dubái - ahora salen a la luz más detalles.

El misterioso caso del criptomillonario ruso Roman Novak (†38) y su esposa Anna (†37) ha causado consternación en todo el mundo.

Al principio ambos fueron declarados desaparecidos y se los buscó a nivel internacional, hasta que investigaciones de las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos revelaron que la pareja fue ejecutada brutalmente, probablemente porque los perpetradores no recibieron el rescate exigido.

Según informan los medios rusos, el hombre de 38 años no habría acumulado su fortuna de manera totalmente legal. Novak había sido vinculado durante tiempo a casos de fraude y, al parecer, se había ganado enemigos.

En el momento de su desaparición volvió a estar bajo la mira de las autoridades: se dice que más de 50 millones de dólares (aproximadamente 43 millones de euros) fueron sustraídos bajo el pretexto de inversiones comerciales de los inversores.

Según Daily Mail, la pareja fue atraída a una trampa mortal el 2 de octubre.

Roman y Anna subieron, según se informa, al coche de un supuesto inversor que alegaba querer hablar con ellos sobre nuevas oportunidades de negocio. Sin embargo, los presuntos financiadores resultaron, según los investigadores, ser los propios agresores.

De acuerdo con la investigación, intentaron, bajo tortura, obligar a Roman a revelar los códigos de acceso a sus carteras de criptomonedas, donde supuestamente habría cientos de millones de dólares.

Roman finalmente cedió y proporcionó los códigos. Cuando los agresores comprobaron la cartera, alegaron no encontrar nada.

Si la fortuna estaba oculta, gastada o nunca existió en la magnitud alegada sigue sin estar claro. Para la pareja, sin embargo, significó una sentencia de muerte.

Al principio circularon rumores de que los cuerpos habían sido desmembrados. Sin embargo, según los investigadores, más tarde se descubrió que los perpetradores habían metido los cadáveres en gruesas bolsas, los habían fundido en hormigón y enterrado las pesadas losas en el desierto remoto.

Durante semanas, los equipos de intervención registraron la zona hasta que finalmente se localizaron las losas de hormigón ocultas. Los forenses confirmaron que se trataba de los restos mortales de Román y Ana.

Pronto, un grupo de tres ciudadanos rusos pasó al centro de la investigación.

Fueron detenidos Konstantin Schacht, un exinvestigador de homicidios que, según informes de prensa, habría caído después en el tráfico de drogas, así como Yuri Sharypov y Vladimir Dalekin, dos exsoldados que, según se dice, combatieron para Rusia en la guerra de Ucrania.

A los tres hombres se les imputan cargos de secuestro, tortura, asesinato y tentativa de destrucción de pruebas.