Tiflis (Georgia) - Una británica de 19 años sentada en Georgia bajo condiciones preocupantes de detención. Su liberación está condicionada a requisitos que su familia debe afrontar.

Según informa el periódico británico The Sun, Bella May Culley podría haber sido puesta en libertad este jueves, siempre que se hubiera pagado la multa impuesta por las autoridades georgianas de 215.000 libras (aproximadamente 247.516 euros).

Sin embargo, esa misma exigencia representa una carga financiera enorme para la familia de la joven embarazada de 19 años. El intento de liberar a Bella fracasó, ya que su madre, Lyanne Kennedy (44), y su padre, Niel Culley (49), no pudieron asumir la elevada suma.

La británica fue detenida en mayo en el aeropuerto de la capital georgiana, Tiflis, cuando en su equipaje se encontraron 14 kilogramos de droga con un valor estimado en la calle de unas 200.000 libras (alrededor de 230.383 euros). Ella confesó el delito, lo que permitió negociar un acuerdo con las autoridades que preveía su liberación mediante el pago de una multa .

Como la familia no ha podido reunir la cantidad requerida, el juez concedió, en la audiencia de hoy, un plazo de tres semanas para recaudar el dinero. Si no lo logran, Bella enfrentará una pena de prisión, lo que implicaría que el nacimiento de su hijo se produzca tras las rejas.

Su familia tiene hasta el 28 de octubre para pagar la multa impuesta. De lo contrario, Bella será condenada a una pena de prisión el 2 de noviembre.

Entre lágrimas, la madre de Bella, Lyanne, declaró ante el tribunal: “Ella [Bella] está algo preocupada porque esperaba salir libre hoy, pero lamentablemente no fue posible. La visitaré mañana. Espera a su hijo para Navidad”.

Fuentes cercanas a Bella afirman que tanto Amazon como Netflix se han puesto en contacto con la familia para negociar un posible acuerdo televisivo que adapte la historia de Bella. Hasta ahora no se sabe si la familia ha aceptado alguna oferta.

Sin embargo, la cantidad ofrecida está lejos de ser suficiente para cubrir la multa exigida por las autoridades georgianas.