Chichén Itzá (Yucatán/México) - ¿En qué estaba pensando? Un turista alemán provocó un gran alboroto en las venerables ruinas mayas de Chichén Itzá . El turista, de 38 años, quiso subir a la famosa pirámide escalonada y estuvo a punto de ser linchado por una multitud enfurecida.

Un año más, numerosas personas se reunieron en la plaza frente a la pirámide de Kukulcán, en Chichén Itzá, para celebrar el antiguo ritual maya "Descenso de la Serpiente Emplumada" en el equinoccio (21 de marzo).

Sin embargo, las festividades se vieron ensombrecidas por un incidente sin gloria, informa la agencia de noticias EFE. Un turista alemán de 38 años superó repentinamente las barreras y escaló la pirámide de casi 30 metros de altura.

A continuación, entró en la cámara situada en la parte superior de la estructura para esconderse en su interior.

"Se nos escapó, aunque estábamos vigilando la parte oeste del castillo. Pasó corriendo por delante de nosotros. Es evidente que está en buenas condiciones físicas", cita el diario"El Universal" a un guardia que prefirió permanecer en el anonimato.

La gran pirámide escalonada de Chichén Itzá, también conocida como "El Castillo", está dedicada al dios serpiente emplumada Kukulcán, tiene exactamente 365 escalones y fue construida en el siglo VIII. Las excavaciones indican que allí se realizaban sacrificios humanos. Desde 2007, está estrictamente prohibido subir a la pirámide.

Mientras las fuerzas de seguridad seguían intentando sacar al hombre del santuario, el ánimo de muchas de las cerca de 9.000 personas que se habían congregado frente a él cambió. La multitud coreó a voz en grito que el turista irrespetuoso debía ser condenado a una "pena de prisión". Cuando volvió a caer, la turba exigió incluso un "sacrificio", informa EFE.

Se produjeron entonces escenas muy desagradables. Los indignados atacaron a las fuerzas de seguridad y exigieron la liberación del alemán. Se produjo una refriega. Según "El Universal", el hombre de 38 años resultó herido con puñetazos en la cara. La policía hizo todo lo posible por evitar un linchamiento. Se llevaron al alemán, que tuvo suerte.

La rapidez con que puede formarse una turba de linchamiento en México quedó demostrada por un vergonzoso incidente a principios de febrero, cuando un joven de 21 años fue salvajemente apaleado hasta la muerte por una multitud enfurecida en la ciudad de Tekit .