Indonesia/Reino Unido - Después de doce años en el bloque de muerte en Indonesia una británica de 69 años ha regresado finalmente a su tierra natal, pero su libertad podría ser solo temporal.

Lindsay Sandiford se hizo famosa en 2013 como traficante de drogas y, desde entonces, esperó en Bali en una diminuta celda que compartía con otras cuatro mujeres, a su ejecución por un pelotón de fusilamiento.

La británica de entonces, de 56 años, había intentado introducir cocaína por valor de alrededor de 1,6 millones de libras (aproximadamente 1,9 millones de euros) en Indonesia. Sin embargo, alegó haber sido chantajeada y fue condenada a muerte.

Ahora, Sandiford ha sido devuelta al Reino Unido por razones humanitarias, en el marco de un acuerdo firmado por el gobierno indonesio. Este viernes fue vista en silla de ruedas en el aeropuerto de Londres Heathrow, según informa el periódico británico Mirror.

Al parecer, los años de prisión la han dejado muy marcada y se encuentra en un estado de salud delicado.

Según los informes, la mujer de 69 años está muy ilusionada por ver a su familia y recibir la atención médica que necesita.

La pastora Christine Buckingham, que se encontró con Sandiford la semana pasada en la cárcel, declaró al Mirror: “ está muy mal. Lo más importante es que regrese a casa. Tenemos que someterla a un examen médico y, después, quiere pasar el mayor tiempo posible con su familia”.

Las autoridades indonesias indican que, tras su llegada al Reino Unido, probablemente pasará más tiempo tras las rejas. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico aún no ha emitido comentarios al respecto.

Según el Mirror, el viceministro indonesio de Inmigración y Coordinación del Sistema Penitenciario, I Nyoman Gede Surya Mataram, afirmó: “En Inglaterra permanecerá en prisión”.