San Dorligo della Valle (Italia) - Los vecinos estaban muy molestos por el tañido de las campanas de la iglesia del pueblo. Por eso algunos de ellos acudieron a los tribunales .

Según un informe del diario Kronen Zeitung, el litigio estalló hace tres años y se prolongó hasta la sentencia judicial del pasado viernes. El lugar es un pequeño pueblo al oeste de la ciudad italiana de Trieste, donde viven unas 150 personas.

Algunos vecinos se sintieron muy molestos por la reprogramación del campanario. Al fin y al cabo, ahora las campanas sonaban no sólo cada hora, sino también cada cuarto de hora. Así, entre las 7 de la mañana y las 9 de la noche se oían dos campanadas cada cuarto de hora, cuatro campanadas cada media hora y seis campanadas cada tres cuartos de hora.

Para muchos, este carillón era un ruido insoportable, por lo que llamaron a la fiscalía.

Tras algunas idas y venidas, el tribunal tomó finalmente la decisión final el pasado viernes:

Los dos curas del pueblo, Don Klemen Zalar y Don Roy Benas, fueron condenados a pagar una indemnización de unos 400 euros, con lo que también se pone fin a un litigio que ha durado años.