EE. UU. – Una cosa es segura: los niños necesitan ciertas normas y límites que les sirvan de barandillas mientras crecen. Lo que una pareja de influencers de EE. UU. ha establecido para sus cinco hijos ha sorprendido a muchos seguidores.

Ssonia Ong y su esposo Kev han dado una visión de su estricto estilo de crianza en las redes sociales , lo que no fue bien recibido por todos los espectadores.

Entre otras cosas, la pareja hizo público qué normas generales deben seguir sus hijos y cuáles son específicas para la época escolar.

En un video la influencer, que cuenta con casi once millones de seguidores en TikTok, explicó, por ejemplo, que sus cinco hijos no pueden salir con pareja hasta la universidad. En Instagram la estadounidense añadió: “Esperamos que estudien y se preparen para sus carreras”. No deben invertir su tiempo y energía en citas románticas.

Además, está prohibido pasar la noche en casas de amigos y las hijas de Ssonia no pueden usar tops sin mangas. La madre justifica esto diciendo que quiere que las niñas brillen “desde adentro” y que se les valore por su “personalidad” y su “espíritu fuerte”.

¿Redes sociales? ¡Prohibidas para la familia Ong hasta los 16 años! “Hay indicios de que el uso de redes sociales está relacionado con la depresión”, explicó la estadounidense a PEOPLE. Curioso, sin embargo, que la madre de cinco hijos los arrastre constantemente frente a la cámara para su contenido.

Además, los padres insisten en que sus hijos asistan a la iglesia cada domingo. Es lo “único” que, como familia, hacen juntos cada semana.

Las normas para los niños en edad escolar también son estrictas: “Se esperan unos 10”, se lee en otro video de la familia, mientras los padres y los niños bailan de fondo. Los espectadores acusan a la pareja de ejercer demasiada presión.

Ante PEOPLE, la madre Ssonia asegura que no habrá castigos si un examen escolar no se cierra con la mejor nota. “Nuestro mensaje es que, con trabajo duro, constancia y el apoyo adecuado, pueden alcanzar sus metas”.

Ella y su pareja también esperan que sus hijos, después de la escuela, comiencen una carrera universitaria y lean 30 minutos al día. El tiempo frente a pantallas solo estaría permitido los fines de semana. Esto también genera críticas: “¿Qué pasa si no les gusta leer?” La cuestión de la universidad tampoco convence a todos: “Me parece que obligar a estudiar no es bueno”, comenta un espectador. “No todos los niños serán exitosos o felices en la universidad”.

“Siempre pensé que Kev y yo éramos padres relajados, pero tal vez no lo somos”, escribe Ssonia en su publicación de Instagram . La estadounidense, que estudió tanto en Stanford como en Harvard, conoció a su marido durante sus estudios de medicina. Sin embargo, Ssonia no ejerce la profesión que aprendió; hoy gana su dinero creando contenido en internet.