Por Marc Kalpidis

Nueva York (EE.UU.) - Los brutales malos tratos infligidos a un preso negro por los guardias de una cárcel del estado norteamericano de Nueva York avivan el debate sobre los excesos de violencia y racismo en el sistema penitenciario estadounidense.

Robert Brooks fue golpeado con fuerza bruta por funcionarios de prisiones hace casi tres semanas y declarado muerto al día siguiente. La fiscal general de Nueva York, Letitia James (66), no ha hecho públicas hasta ahora las imágenes de vídeo del incidente, lo que ha provocado una indignación generalizada.

La gobernadora Kathy Hochul (66) anunció en un comunicado que estaba "horrorizada y conmocionada" por el "asesinato sin sentido" del recluso, y ordenó el despido de 13 funcionarios de prisiones y una enfermera.

Las perturbadoras escenas de violencia fueron captadas por las cámaras corporales de los funcionarios implicados el 9 de diciembre. Esa noche, Brooks -condenado a 12 años de prisión por agredir a su expareja en 2017, según los medios de comunicación- fue trasladado de otra prisión al cercano centro correccional de Marcy, en el condado de Oneida.

Según las autoridades investigadoras, las cámaras corporales estaban en modo de espera en el momento del incidente, por lo que grabaron los hechos sin sonido.

En el vídeo, de unas dos horas de duración, se ve cómo llevan a Brooks a una sala de reconocimiento del centro de detención, donde varios agentes lo empujan a un sofá. En ese momento, Brooks está esposado y con las manos a la espalda, a merced de sus verdugos.

Entre otras cosas, se puede ver cómo le dan puñetazos, patadas y le estrangulan, aunque todos los agentes uniformados que le golpean parecen ser blancos.

Ninguno de los transeúntes interviene. No es posible oír lo que se dice, pero está claro que Brooks al menos no se resiste, y no hay signos de provocación.

Brooks fue declarado muerto a la mañana siguiente en un hospital local. Según las autoridades investigadoras, los resultados oficiales de la autopsia están aún pendientes.

Sin embargo, las primeras investigaciones han revelado que Brooks murió probablemente a consecuencia de lesiones en el cuello y "fuerza externa", según se dijo. Presunta causa de la muerte: probablemente se asfixió.

Un abogado de los deudos denunció que Brooks había sido "golpeado violentamente hasta la muerte por funcionarios cuyo trabajo era garantizar su seguridad".

El sindicato de trabajadores penitenciarios se mostró "estupefacto", mientras que grupos de defensa de los derechos civiles como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) pidieron que se actuara con firmeza contra la "cultura de la violencia" y la irresponsabilidad en las prisiones de Nueva York.