EE.UU. - Una madre estadounidense quería organizar la fiesta de cumpleaños "perfecta" para su hijo de seis años. Pero la fiesta acabó en un fiasco.

Para asegurarse de que ningún niño se quedaba fuera, invitó a toda la clase de su hijo, informó la madre en Reddit. Un total de 24 niños.

En las tarjetas de invitación, escritas a mano, pedía expresamente a los demás padres que contestaran con prontitud si podían acudir los niños. Al fin y al cabo, había que organizar la comida y los asientos en el lugar alquilado para el evento, un parque de atracciones para niños.

Pero como nadie contestó, la familia tuvo que improvisar. "Empezamos a invitar a otros invitados", cuenta la afectuosa madre. "Mis colegas, amigos de la familia, los colegas de mi marido... básicamente todos los que conocíamos que tenían un hijo podían venir. Once niños dijeron que sí".

Confió en ello, pagó el depósito correspondiente y encargó la comida en consecuencia. De hecho, había previsto algunos invitados más, por si acaso.

Cuando llegaron los primeros niños, estaba encantada, dice la madre. Incluso cuando aparecieron algunos compañeros de clase, no hubo ningún problema. "Pero luego vinieron más y más niños".

De repente, toda la sala estaba llena de completos desconocidos y sus hijos. Muchos de ellos ni siquiera trajeron regalos o saludaron al cumpleañero o cumpleañera. "Vinieron, jugaron y se comieron la comida", se queja la mujer.

Una familia llegó a traer a siete niños, tres adolescentes, dos niños un poco mayores, una niña de su clase y su prima. Otra familia trajo a su hijo y a uno de sus amigos porque "no sabían si su hijo conocería a alguien allí, así que queríamos asegurarnos de que tuviera con quien jugar", recuerda la madre perpleja.

Cuando el personal se le acercó y le exigió que pagara por cada niño adicional, la madre se hartó. Pidió educadamente a los padres que abandonaran la sala o pagaran.

Por supuesto, a los invitados se les permitió quedarse. Algunos padres se negaron, otros alegaron no tener dinero en el bolsillo, mientras que otros pagaron inmediatamente, explica la mujer.

Mientras tanto, la fiesta se convirtió en un caos. Los niños reventaban globos deliberadamente, otros tiraban restos de comida al suelo. Un niño se subió a una mesa y se negó a bajar, por lo que los organizadores le pidieron a él y a sus padres que se marcharan. Más tarde, apareció un pañal lleno, colocado descuidadamente sobre una silla.

En resumen, todo un desastre. A la mujer incluso le cobraron una tasa extra de limpieza de 120 dólares estadounidenses (114 euros).

La madre en Reddit: "Se me saltaron las lágrimas. Mi hijo estaba muy triste porque había tantos niños malos. Dijo que era la peor fiesta de la historia y pidió que no la hicieran el año que viene".