El artista se enfrenta a perros salvajes y recibe la factura.

Kerala (India) - A veces, el buen Dios envía una señal – y puede ser bastante dolorosa. Un artista solista indio la sintió recientemente en carne propia durante una actuación. ¿Se atreverá alguna vez a enfrentarse de nuevo a perros salvajes? perros

¡Vaya! Ese día no se podía bromear con el gato negro.
¡Vaya! Ese día no se podía bromear con el gato negro.  © Screenshot/X/@GUMMALLALAKSHM3

El pasado domingo, a las 20:00, debía llegar la gran hora para el artista solista P. Radhakrishnan.

Según informó Times of India, el de 57 años había sido contratado por una biblioteca en Kannur, una ciudad del estado sureño de Kerala.

Allí Radhakrishnan debía presentar su obra de teatro “Pekkaalam”, que llama la atención sobre la creciente amenaza que los perros callejeros representan para la población de la zona.

Todos los espectadores ocuparon sus asientos puntualmente y el de 57 años comenzó su actuación. Durante una escena en la que Radhakrishnan encarnaba a un niño atacado por un perro callejero, con ladridos ensayados y estruendosos, la ficción se volvió realidad.

Los espectadores pensaron que el perro callejero salvaje formaba parte de la obra.

Buena cara al juego sucio. El artista tuvo que interrumpir su actuación poco después de la mordida del perro.
Buena cara al juego sucio. El artista tuvo que interrumpir su actuación poco después de la mordida del perro.  © Screenshot/X/@GUMMALLALAKSHM3

Un perro callejero negro irrumpió repentinamente en el pequeño escenario frente a la biblioteca, atacó de improviso al solista y le mordió la pantorrilla.

Ladrando, el salvaje cuadrúpedo mantuvo al evidentemente sorprendido Radhakrishnan a raya, hasta que un espectador acudió en su ayuda y ahuyentó al vagabundo con una de sus sandalias.

El resto del público permaneció en sus asientos, probablemente pensando que el ataque formaba parte del espectáculo. Radhakrishnan intentó, en todo caso, disimular el incidente con profesionalismo, se frotó brevemente la pierna y continuó.

Diez minutos después, el hombre de 57 años tuvo que reconocer que el perro callejero había ganado. Entre el dolor, indicó a los organizadores del evento que debía interrumpir la obra. Finalmente, su noche terminó en el hospital.