Denise sufre de Parkinson y se somete a una operación cerebral: lo que hace durante el procedimiento deja sin palabras.

Londres (Inglaterra) - Su enfermedad de Parkinson afecta a Denise Bacon (65) del sur de Inglaterra . Desde 2014, la terapeuta del habla jubilada tiene que lidiar con síntomas como rigidez muscular o lentitud. Caminar, nadar o bailar le resultan difíciles a la mujer de 65 años. Lo peor, sin embargo, es que Denise ya no puede tocar su querida clarinete correctamente.

Denise Bacon (65) con su clarinete durante la operación en el King's College Hospital de Londres.
Denise Bacon (65) con su clarinete durante la operación en el King's College Hospital de Londres.  © Screenshot/King's College Hospital

Esto debe cambiar. Para ello, la inglesa se ha sometido a una cirugía en el renombrado King's College Hospital bajo el bisturí.

Según comunicó el hospital, el neurocirujano el profesor Keyoumars Ashkan (con la ayuda de su paciente) realizó una operación impresionante.

Durante el procedimiento, que duró cuatro horas, se implantaron electrodos en el cerebro de Denise y luego se conectaron a un generador de impulsos, similar a un marcapasos.

Los impulsos eléctricos deberían modificar la actividad cerebral de la mujer de 65 años y aliviar sus síntomas de Parkinson. Los resultados fueron asombrosos, visibles y audibles directamente en el quirófano. Como muestran las grabaciones de vídeo, Denise, que solo estaba anestesiada de forma local, siguió tocando la clarinete durante la intervención.

Denise Bacon todavía tocaba la clarinete en la sala de operaciones.

Médico y paciente están contentos con el resultado de la operación

El profesor Keyoumars Ashkan realizó la operación.
El profesor Keyoumars Ashkan realizó la operación.  © Screenshot/Instagram/keyoumarsashkan

El profesor Ashkan tuvo la idea y quiso comprobar de inmediato si el método quirúrgico funcionaba en su paciente. “Nos alegramos mucho al observar una mejora inmediata en los movimientos de su mano y, por ende, en su capacidad de juego”, declaró el médico.

Denise también estaba eufórica: “Recuerdo que, tras la estimulación, mi mano derecha se movía mucho más fácilmente”, comentó la mujer de 65 años.

El profesor Ashkan implantó finalmente a la británica un generador de impulsos recargable en el pecho. Este debe suministrar corriente a su cerebro de forma continua durante los próximos 20 años.

Denise mira ahora al futuro con confianza, quiere volver a la piscina y a la pista de baile, y quizá incluso volver a tocar la clarinete en su antigua banda.