Manaus - Un felino gravemente herido se aferró con sus últimas fuerzas a una embarcación en medio del río.

En el Río Negro, en Brasil, activistas de la organización “GRAD” se toparon a mediados de la semana con un jaguar gravemente herido, que llevaba horas a la deriva y que probablemente nunca habría logrado salir del agua por sí mismo.

No es de extrañar, pues con unas 30 balas de escopeta incrustadas en todo el cuerpo, el rey de la selva estaba condenado a morir.

Sin embargo, quienquiera que fuera el que intentó abatir a ese majestuoso animal fracasó. Las imágenes de video muestran al jaguar aferrándose al bote y siendo llevado a un lugar seguro.

En tierra, el felino fue atendido con éxito por un veterinario. Ahora el jaguar, que mide casi 1,80 metros y pesa alrededor de 25 kilogramos, se encuentra mucho mejor.

La protectora de fauna GRAD, Joana Darc, explicó en Instagram: "Su ojo estaba bastante mal, pero la hinchazón ya está disminuyendo." Una vez que el jaguar se recupere, será reintroducido en la naturaleza.