Por Michael Heitmann

República Checa - Varios días después del descarrilamiento de un tren de mercancías cargado de productos químicos en la República Checa , los servicios de emergencia siguen ocupados con las arriesgadas tareas de limpieza.

Según un portavoz, los bomberos siguen bombeando el benceno restante de los vagones cisterna con equipos de protección completos y equipos de respiración. La operación es peligrosa.

Se ha instalado una estación para descontaminar el equipo.

Más de una docena de vagones cisterna que contenían benceno tóxico y cancerígeno se incendiaron en el accidente cerca de Hustopece nad Becvou el pasado viernes.

Según las primeras estimaciones, los daños materiales ascienden al menos a nueve millones de euros .

Esto no incluye la pérdida de la carga. El alcance total de los daños medioambientales aún no es previsible. Se introdujeron sondas en el suelo para tomar muestras de las aguas subterráneas.

Se erigieron barreras flotantes contra el petróleo en un estanque de peces.

Según la inspección estatal de medio ambiente, será necesaria una amplia rehabilitación del suelo. Sin embargo, no se produjo la temida muerte de peces en el río Becva.

No se superaron los valores límite de sustancias peligrosas en el aire. No obstante, los residentes en un radio de cinco kilómetros deben mantener las ventanas cerradas durante los trabajos de recuperación.

La policía abrió una investigación por negligencia al poner en peligro a la población. El periódico "Hospodarske noviny" informó de que el tren podría haber circulado a demasiada velocidad en la zona de un cambio de agujas.

El moderno sistema de control de trenes ETCS aún no se había instalado en la concurrida línea. Se espera que los resultados oficiales de la investigación no estén disponibles hasta dentro de varios meses.