Nueva Gales del Sur (Australia) - Un abogado australiano podría estar ahora metido en un buen lío: Se descubrió que utilizaba ChatGPT para redactar documentos judiciales en un caso de inmigración. Por desgracia, la inteligencia artificial insertó citas que no existían.

Por ello, el viernes pasado fue remitido a la OLSC -una autoridad estatal de Nueva Gales del Sur encargada de supervisar y regular el comportamiento de los abogados y otros profesionales del Derecho- para que se realizara una investigación.

En un caso del pasado octubre, fue descubierto tras presentar unos documentos en los que el tribunal advirtió incoherencias, según informó TheGuardian.

Los documentos contenían "referencias a casos y supuestas citas de la decisión del tribunal que no existían", según la juez Rania Skaros.

El abogado confesó entonces haber recurrido a la IA para redactar los expedientes, según su propia declaración, debido a la falta de tiempo y a problemas de salud.

Tampoco había comprobado posteriormente la exactitud de los supuestos resúmenes de los casos.

"Dijo que el resumen se leía bien, así que incorporó las fuentes y referencias a sus declaraciones sin comprobar los detalles", dice una sentencia.

El Ministro de Inmigración está seguro de que estos comportamientos pueden seguir produciéndose, pero en cualquier caso deben "cortarse de raíz".