Sus donaciones salvaron la vida de millones de bebés: "El hombre del brazo de oro" ha muerto

Sydney (Australia) - Donar sangre y plasma puede facilitar o incluso salvar la vida de muchas personas. Para el australiano James Harrison, fallecido a los 88 años, era el trabajo de toda una vida.

Poco antes de cumplir 81 años, James Harrison (†88) se preparó para donar sangre por última vez.
Poco antes de cumplir 81 años, James Harrison (†88) se preparó para donar sangre por última vez.  © Subel Bhandari/dpa

Según informa la cadena de noticias"CNN", Harrison donaba sangre y plasma sanguíneo regularmente desde los 18 años.

Hasta que cumplió 81, acudió cada quince días al cercano centro de donación. Seguramente habría seguido donando, pero el límite de edad legal en Australia le impedía hacer más visitas.

La motivación de James para donarse a sí mismo se remonta a un grave golpe del destino que sufrió siendo muy joven. Cuando tenía 14 años, se sometió a una compleja operación de pulmones y él mismo necesitó muchas de las infusiones.

Ahora, a los 88 años, James ha fallecido en una residencia de ancianos del norte de Sydney mientras dormía.

Stephen Cornelissen, propietario de Lifeblood -una suborganización de la Cruz Roja Australiana encargada de recoger donaciones de sangre y plasma- también ha enviado sus condolencias en un mensaje.

Escribió: "James extendió su brazo la friolera de 1173 veces para ayudar a otros, incluidos muchos bebés que él mismo nunca conocería, y no esperaba nada a cambio".

La sangre de James tenía valiosos anticuerpos

Sin embargo, no fueron sólo las numerosas donaciones las que hicieron especial a James, sino también su propia sangre. Los médicos encontraron en su sangre unos anticuerpos "anti-D" raros y valiosos, que pronto le dieron el apodo de "el hombre del brazo de oro".

Estos anticuerpos se utilizan en medicina para contrarrestar la enfermedad rhesus. En esta enfermedad, las células sanguíneas de una mujer embarazada atacan a las células del cuerpo de su hijo, lo que puede provocar graves daños cerebrales o incluso la muerte del bebé.

Gracias a los anticuerpos de su sangre, James ha salvado a más de dos millones de bebés de esta grave enfermedad, según informa la CNN.