¡Ya debería estar muerto! Hace décadas que solo se alimenta de aceite de motor.
Shivamogga (India) - Mientras que en su país el arroz o el pan plano son los alimentos básicos que se sirven en la mesa, el llamado “Oil Kumar” del estado indio de Karnataka rechaza cualquier tipo de comida. En su lugar, el hombre lleva, aparentemente, más de 30 años con una práctica que ya debería haberlo matado.
El hombre del distrito Shivamogga supuestamente ha estado bebiendo aceite de motor durante unos 33 años — y no en pequeñas cantidades. Según una publicación en Instagram, consumiría entre siete y ocho litros de aceite al día. De vez en cuando, también se permite una taza de té.
Mientras que el té es una bebida totalmente normal, el aceite de motor es altamente tóxico y se considera muy perjudicial para el cuerpo humano.
Sin embargo, según sus propias declaraciones, al “Oil Kumar”, que traducido significa “Príncipe del Aceite”, le va de maravilla. A pesar de su dieta extremadamente peligrosa, el delgado indio aún no ha tenido que acudir al médico ni ha presentado ningún otro problema de salud.
Como prueba, se regala en un video de Instagram aparentemente un gran trago del aceite negro, que le ha hecho servir en una botella de plástico.
Hombre de la India afirma haber consumido aceite de motor durante 33 años.
Él atribuye el hecho de que aparentemente ha tolerado el aceite durante décadas sin problemas a su fe. Sin la bendición de la deidad hindú “Ayyappa”, asegura, no habría sobrevivido.
Resulta muy dudoso que el hombre realmente consuma el producto a base de petróleo. Los médicos advierten, no sin razón, sobre el líquido de color negro intenso. Según Motoroel.de, al entrar el lubricante en el cuerpo humano aparecen rápidamente signos de intoxicación.
Al principio pueden presentarse síntomas “menos graves”, como dolor abdominal y vómitos, pero el aceite de motor, por ejemplo, puede provocar una neumonía. Quien ingiera el aceite debe contactar de inmediato al servicio de urgencias toxicológicas y nunca inducir el vómito, ya que podría causar daños adicionales en el esófago o la boca por corrosión.
Especialmente con un consumo prolongado, el riesgo de daño permanente en varios órganos aumenta. Como informa News18, pueden producirse infecciones graves, dificultades respiratorias potencialmente mortales, hemorragias internas y arritmias cardíacas.