Mujer vende vestido por 115 euros: cuando descubre su verdadero valor, pierde la cabeza
Wisconsin (EE. UU.) - ¡Este error dolió el doble! Porque Hannah, de 22 años, de Wisconsin, lleva cinco años trabajando como comerciante de artículos vintage; realmente podría haber evitado que le PASARA ESTO.
En un video de Instagram de este mes se muestra el drama. En él, Hannah presenta un vestido que vendió en una subasta online por lo que equivalía a 115 euros.
Poco después aparece una escena en la que la joven de 22 años se descontrola gritando, porque sus investigaciones posteriores revelaron que el valor real del vestido ronda los 3 000 dólares (aproximadamente 2 576 euros).
En el comentario junto al clip curioso la joven vendedora incluso habla del “peor error de su vida”. Al menos hay un consuelo: su éxito viral ha acumulado 4,9 millones de reproducciones desde el 12 de agosto.
Queda la pregunta: ¿cómo pudo suceder algo así? En la entrevista con Newsweek la estadounidense ha intentado ofrecer una explicación.
Video viral de Instagram muestra el arrebato de Hannah
«Ofrecí el artículo con una puja de 30 dólares y los unos 60 espectadores de mi transmisión en vivo lo subieron a casi 135 dólares», dijo ella.
«Ya antes de publicarlo me di cuenta de que valía un poco más, y la gente en mi live estaba tan entusiasmada que me llamó la atención de la marca», añadió Hannah.
Al notar su error bastante pronto, la vendedora de vintage podría haber activado el freno de emergencia. Algunos colegas le sugirieron simplemente cancelar el pedido, comentó al medio estadounidense.
Pero: «Después de unas horas, simplemente me emocionó haber podido compartir un vestido vintage tan icónico con alguien que quizás no lo hubiera podido pagar, y además haber obtenido una ganancia», explicó.
En este caso la ganancia fue bastante modesta. Sin embargo, como Hannah vende casi exclusivamente ropa que de otro modo acabaría en la basura, cada dólar que gana le deja en una posición relativamente buena.
«La moda de segunda mano consiste en dar una nueva vida a las prendas antiguas (…) No solo obtienes una pieza única, sino que también contribuyes a reducir los residuos», concluyó Hannah.