Bremen - Un hombre de 33 años eligió la A1 en Bremen como escenario para su sermón el domingo por la noche. La policía lo tomó con humor.

A las 19:00, el autoproclamado “embajador de Dios” consideró oportuno aparcar el coche en el arcén justo antes de la salida de Hemelingen y dar un sermón, informó la policía .

El hombre de 33 años sacó de verdad un micrófono y altavoces para dirigir sus palabras a los conductores que pasaban.

Al llegar la policía, el sujeto les explicó que el lugar era ideal, ya que los coches, atrapados en el atasco, apenas avanzaban a paso de tortuga. Los agentes describieron esa valoración como una “errónea apreciación celestial”.

Además de la peligrosa maniobra de aparcamiento, los agentes descubrieron otro “defecto terrenal”: el hombre de 33 años no tenía permiso de conducir. Finalmente, un conocido tuvo que hacerse cargo del vehículo.

El viaje pudo entonces continuarse conforme a la normativa. Los agentes aprovecharon la comunicación para añadir una observación: "Las autopistas sirven para muchas cosas, pero no para ser un púlpito."