Stockport (Inglaterra) - No, no fue una gran sorpresa para su madre Ellie (28) cuando a Felix (4) se le diagnosticó autismo en abril de este año. El pequeño siempre jugaba solo en el kindergarten, evitando a los demás. Pero cuando Ellie recibió un mensaje de su maestra a principios de junio, "se le partió el corazón", como dice ella.

"Normalmente tiene problemas con el ruido y por lo tanto evita más la compañía de sus coetáneos. Pero siempre son tan amables y atentos con él, ya sea que ellos se lo devuelvan o no", contó la mujer de 28 años esta semana en una entrevista con Newsweek.

Ellie, que vive con el niño de cuatro años en Stockport, Inglaterra, estalló de orgullo cuando leyó el simple mensaje del educador, al que se adjuntaban dos fotos: "Félix hornea con sus amigos".

En las fotos, su hijo finalmente interactuaba con los otros niños, cuidando galletas junto con ellos.

"Cuando la guardería me envió esta foto de él, ¡estaba emocionada! Primero, verlo tan cerca de otros niños, y segundo, que realmente estuviera haciendo las mismas tareas", dijo Ellie.

Pero pronto las cosas podrían cambiar drásticamente de nuevo.

Ellie explicó que Felix había hecho progresos en el jardín de infancia y que el personal y los otros niños le hacían sentir que era bienvenido.

Pero: "Va a ir a la escuela en septiembre, por lo tanto, Félix y yo estaremos muy tristes de despedirnos de todos los que lo han acompañado durante los últimos tres años".

Sin embargo, la británica ahora mira el futuro con algo más de optimismo.

"Esta noticia y la foto de él me han dado mucha alegría, y un poco de esperanza de que pueda superar su próximo camino en la escuela primaria con todas sus fuerzas", dijo Ellie al finalizar ante la revista estadounidense.