Londres/San Francisco - En realidad, ella debería servir bebidas, no probarlas ella misma. Pero en un vuelo de San Francisco a Londres, una azafata tomó la botella de vodka. El resultado: un nivel de alcohol dieciséis veces superior al límite permitido y una parada involuntaria ante el tribunal.

Margit Lake, empleada de United Airlines desde hace 26 años, contrabandeó, según los documentos judiciales, “varias mini botellas” a bordo del vuelo de diez horas de San Francisco a Londres.

Al aterrizar, la azafata tuvo que ser llevada al hospital. Los paramédicos notaron un fuerte olor a alcohol, como informa Daily Mail.

Un análisis de sangre posterior reveló 216 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, lo que equivale a un nivel de aproximadamente 2,16 ‰, muy por encima del límite permitido en Reino Unido .

Ante el tribunal de Uxbridge, Lake admitió haber trabajado bajo los efectos del alcohol. El juez Tony Delliston optó por no imponer una pena de prisión y, en su lugar, dictó una multa de alrededor de 2 400 euros.

Su abogado explicó que la camarera de cabina de larga trayectoria se había sentido aislada, estaba alejada de su familia y había estado luchando contra la tristeza y problemas personales.

«Bebía alcohol porque necesitaba calmarse. Lo que ocurrió fue un shock para ella. Lamenta profundamente lo sucedido», dijo el defensor.

Ahora asiste casi a diario a las reuniones de Alcohólicos Anónimos.