Porque llega 18 segundos antes de tiempo: el avión no puede aterrizar en Fráncfort y debe despegar de nuevo
Fráncfort del Meno - Sobre el aeropuerto de Fráncfort , un Boeing 787 procedente de Tokio tuvo que despegar nuevamente durante su aproximación para aterrizar porque llegó demasiado temprano, exactamente 18 segundos antes.

Suceso ocurrió el 3 de julio. El piloto Ori Gross informó sobre ello por primera vez en LinkedIn.
Describió el incidente, en el que él mismo estuvo presente, ya que estaba esperando despegar en su propia aeronave alrededor de las 5 horas y seguía la comunicación con la torre.
Según Gross, escuchó cómo el control de la torre de la Deutsche Flugsicherung (DFS) le dio al piloto de All-Nippon varias instrucciones urgentes para reducir la velocidad; aparentemente para retrasar la hora de llegada del avión .
El piloto siguió estas instrucciones dentro de sus posibilidades, pero tuvo que aterrizar un poco antes de lo previsto - a las 4:59 horas y 42 segundos.
Dado que la prohibición de vuelos nocturnos en Frankfurt es muy estricta y termina exactamente a las 5 horas, desde la torre se dio la orden al avión de despegar de nuevo.

Según Gross, esto llevó a 16 minutos adicionales de vuelo y a estrés para la tripulación y los pasajeros después de un vuelo nocturno de 14 horas.
Además, se consumieron 1900 kilogramos adicionales de combustible, sin mencionar la enorme contaminación acústica para las personas en el entorno.
Portavoz de la DFS: "Hemos tomado la decisión correcta"

"Hemos tomado la decisión correcta dentro del marco de las reglas", dijo Kristina Kelek, portavoz de DFS, en conversación con TAG24 . Los controladores aéreos no tenían margen de maniobra en este caso.
La situación legal establecida por el legislador en Hesse es vinculante y solo permite excepciones en casos de emergencia. Aunque DFS también es consciente de las consecuencias negativas del incidente para los afectados y el medio ambiente, su función es garantizar el cumplimiento de las normas.
Además, tanto el personal de la torre como la tripulación de los cockpits conocen los horarios establecidos y pueden intervenir con anticipación en caso de desviaciones esperadas.
Aun así, no se puede culpar a nadie en este caso. "Debido a la prohibición de vuelos nocturnos, a las 5 de la mañana no hay valores de experiencia sobre las condiciones meteorológicas", explicó Kelek.
Y estos son impredecibles y pueden dificultar una mayor demora en el aterrizaje, como en este caso.