El pasajero saca su comida, y entonces el vuelo tiene que ser cancelado.
California (EE. UU.) – No hubo turbulencias ni fallas en el motor, sino un olor insoportable. Un vuelo de Delta de California a Utah tuvo que regresar después de que un pasajero sacó la comida que había traído.

Según la aerolínea, la tripulación notó poco después del despegue un “olor desagradable” en la cabina, como informa KSL.
Pronto quedó claro que el hedor no provenía de la cocina del avión, sino de una comida que había traído consigo un pasajero.
En lugar de exponer a los pasajeros a ese olor durante casi dos horas, la tripulación decidió dar la vuelta.
El avión Airbus A321neo aterrizó de forma segura de nuevo en Los Ángeles. A bordo iban 189 pasajeros, dos pilotos y cuatro auxiliares de vuelo.
“Como nada es más importante que la seguridad de nuestros clientes y empleados, nuestra tripulación siguió los procedimientos estándar para regresar de forma segura a Los Ángeles tras detectar un olor desagradable a bordo”, declaró Delta en un comunicado.
Los viajeros fueron reubicados en otro vuelo y llegaron a su destino en Utah con cierto retraso.