Hamburg - Un perro fue atado por sus antiguos dueños y dejado a su suerte. Ahora el mestizo busca una familia que no lo abandone.

Los perros son animales de manada, por lo que les resulta difícil separarse de los miembros del grupo. Resulta fácil imaginar lo terrible que debió ser para Seppel ser abandonado por su familia.

Sin embargo, bajo el cuidado del asociación de protección animal de Hamburgo , el macho volvió a confiar en las personas. El peludo tiene alrededor de un año, por lo que está en plena adolescencia.

Se van probando límites y se ignoran hábilmente las órdenes aprendidas, mientras el entorno recibe la máxima atención.

En la tutela de una cuidadora, el cuadrúpedo logró dar los primeros pasos a pesar de su comportamiento típico de su edad. Así, Seppel ya se ha convertido en un buen acompañante en el coche y está familiarizándose con el autobús y el tren.

Su cuidadora está segura de que pronto los paseos con correa podrán realizarse sin el habitual tirón de la misma.

La protectora describe al cachorro de un año como un crío vivaz, muy deseoso de aprender y que ya ha conocido muchas cosas. Sin embargo, Seppel también tiene un lado temeroso, sobre todo cuando se enfrenta a lo desconocido.

En esos momentos, la comprensión y el cariño de la persona de referencia le brindan consuelo. Así, el miedo desaparece rápidamente.

Su curiosidad y su naturaleza activa pueden llevar al macho a desarrollar un leve impulso de caza. Por eso, el refugio no lo entrega a hogares con gatos u otros animales pequeños.

El mestizo de pelaje marrón y negro con manchas solo se adopta fuera de Hamburgo.

Quien quiera ofrecerle a Seppel un hogar definitivo puede encontrar en hamburger-tierschutzverein.de una ficha detallada y la posibilidad de contactar.