Los Ángeles (California) - Los perros son almas leales. Pero este pequeño macho impresionó incluso a la experimentada defensora de los animales Suzette Hall. Bruno esperó en una esquina de Los Ángeles, porque al parecer esperaba que sus dueños volvieran. Lo que sucedió después hizo romper el corazón de Hall y los corazones de sus compañeras.

Una joven intentó al principio ayudar al pobre animal, atrayéndolo hacia ella. Pero Bruno se rehusó y luchó por quedarse en la esquina de la calle y seguir esperando.

Resultaba desgarrador para la joven ver al perro en esa situación, pero no logró convencerlo. Por eso le llevaba comida y agua a la esquina de forma regular.

A principios de noviembre, Hall se pronunció sobre el canino en una extensa publicación de Facebook. Según contó, Bruno esperó durante dos meses antes de que su destino cambiara.

La joven fue «la única amabilidad que él había experimentado en todas esas semanas de espera». «Le dio algo a lo que aferrarse: esperanza», escribió Hall en Facebook .

Al final, Bruno no pudo quedarse en la esquina, por lo que su primera salvadora solicitó ayuda profesional. Gracias a una colaboradora de Hall, todo se resolvió rápidamente.

"Algo en él había cambiado", escribió Hall sobre el momento en que su colega Mary Nakiso llegó al lugar.

"Por primera vez en siglos, permitió que alguien se acercara a su corazón roto, porque en lo más profundo de su interior sabía que ella era buena", supuso la californiana.

El perro se dejó ponerle una correa rápidamente y acompañó voluntariamente a Nakiso. En el veterinario, Bruno superó todas las pruebas con éxito, según Hall.

Así, el canino pudo ser asignado rápidamente a una familia de acogida. "Es tan adorable", dijo Hall ahora en una entrevista con The Dodo.

"Y ahora está seguro en un hogar con su propia cama, lejos de esa solitaria esquina de la calle", añadió aliviada.