¡Chow‑Chow Bruno tiene que ir al refugio por una triste razón: ¿recibirá una segunda oportunidad?
Frankfurt am Main - Los chow‑chows están entre esas razas problemáticas en las que la apariencia atractiva se consigue a costa del bienestar del animal. Lamentablemente, lo mismo le ocurrió al Bruno, de siete años, para quien el refugio en Frankfurt am Main está buscando un nuevo hogar.

Como indican los empleados en la página web, el absolutamente adorable macho tiene varios problemas de salud. Tiene visión casi nula en un ojo, sufre alergias típicas de la raza, problemas cutáneos y, además, le duelen las patas traseras, por lo que Bruno solo puede ser adoptado por una familia en la que prácticamente no haya escaleras.
Todo ello hace que Bruno tenga que ir al veterinario mucho más a menudo de lo que ocurre con los perros sanos, con costos elevados incluidos. Sus anteriores dueños ya no podían permitírselo, por lo que tuvieron que entregarlo al refugio.
Allí, el personal espera que, a pesar de sus problemas, pronto encuentren amantes de los perros que le den a Bruno una segunda oportunidad. Se lo merece, porque Bruno es simplemente un gran tipo.
Es siempre obediente y amable con todo y con todos, le encanta acurrucarse y, por supuesto, disfruta enormemente de pasear con sus humanos.
A pesar de sus problemas de salud, a Chow‑Chow Bruno le gusta estar fuera.

Según sus anteriores dueños, el macho puede quedarse solo en casa hasta seis horas, está entrenado para hacer sus necesidades en el interior, camina bien con la correa, viaja sin problemas en coche y se lleva bien tanto con sus congéneres como con los gatos.
El refugio también lo entregaría a un hogar con niños, siempre que tengan al menos doce años. Lo que al perro no le gusta en absoluto son los movimientos rápidos y frenéticos.
Lo ideal sería entregarle al macho a personas que ya tengan experiencia con chow-chows.
Sin embargo, los principiantes también pueden contactar a través de la página web, siempre que se informen a fondo sobre la raza.
Quien desee adoptar a Bruno puede ponerse en contacto con el refugio de Frankfurt por correo electrónico.