"Matar para sobrevivir": Este país quiere exterminar a todos los gatos salvajes
Nueva Zelanda - Los gatos salvajes son “asesinos fríos como el hielo”, según las palabras del ministro neozelandés de Medio Ambiente, Tama Potaka (49). Ahora el país da un paso drástico y quiere eliminar por completo a los felinos de la faz del estado insular.
El ministro anunció este plan el pasado jueves, según CNN en una entrevista de prensa. Según el anuncio, los gatos ferales deberían incluirse en la lista de eliminación “Sin depredadores 2050”.
Esta lista forma parte de un plan del gobierno neozelandés para liberar al país de todos los depredadores invasores —es decir, especies introducidas— y así proteger mejor a la fauna autóctona. Hasta ahora, la “lista de muerte” estaba dominada por especies como la hurona, la comadreja, el zarigüeya y la rata.
Según Potaka, los cuadrúpedos ya no dependen de los humanos y “matan para sobrevivir”. Sus principales víctimas son aves, murciélagos y lagartijas, cuya población se ve drásticamente reducida.
Aún no hay consenso sobre el método exacto para erradicar a los “depredadores” antes de 2050. Una opción para eliminar a los gatos consiste en trozos de salchicha envenenados; otra es un dispositivo que se fija a un árbol y rocía veneno cuando un animal pasa cerca.
El ministro neozelandés de Conservación defiende claramente la erradicación del gato salvaje.
Los gatos ferales representan un riesgo serio para la fauna terrestre y los delfines.
En una declaración el viernes siguiente, Potaka afirmó: “Sabemos que la gente desea que sus reservas naturales, playas y senderos de bosques estén llenos de aves y no de depredadores”.
En particular, los gatos ferales ejercen una gran presión sobre la fauna autóctona. El ministerio informó que, en el transcurso de una semana, más de 100 ejemplares de murciélagos de cola corta fueron asesinados por gatos ferales en la Isla Norte del país.
Sin embargo, no solo el apetito de estos cuadrúpedos afecta a los demás animales: “También transmiten toxoplasmosis, que perjudica a los delfines, afecta a las personas y genera costos a los agricultores por pérdidas de ganado”, continuó el ministro.
Los ciudadanos de Nueva Zelanda no parecen preocuparse por los gatos como mascotas. No obstante, según el ministro de Conservación, es necesario que los dueños los mantengan de forma responsable, lo que incluye la esterilización o castración y la implantación de un microchip.