Martinsgans: Este triste destino está detrás de la costumbre
Múnich - La Asociación de Protección Animal de Múnich hace un llamado a la compasión y al consumo consciente en San Martín.
Para muchas personas el tradicional asado de ganso forma parte de la celebración del 11 de noviembre. La costumbre se remonta a la leyenda de San Martín, que se escondió en un gallinero para evitar su nombramiento como obispo. Sin embargo, el ruido de los animales lo delató. Hasta hoy, millones de gansos pagan con su vida.
«Alrededor del 90 % de todos los gansos se consumen en los últimos meses del año», informa la organización de protección animal. La mayor parte proviene de granjas industriales en Polonia o Hungría, donde los animales llevan una vida triste sin acceso a agua ni a espacio al aire libre.
Los gansos son criados para crecer rápidamente, lo que provoca deformaciones óseas y dolor. Además, se les administra una gran cantidad de antibióticos para prevenir enfermedades en los espacios reducidos.
«Muchos consumidores asocian a San Martín con compasión y caridad. En este día deberíamos también considerar el bienestar de los animales al tomar nuestras decisiones», dice Kristina Berchtold, portavoz de la asociación protectora de animales de Múnich.
¿Cumple la “Bio‑Gans” lo que promete?
Quienes se preocupan por el bienestar animal deberían, según la recomendación del Asociación de Protección Animal de Múnich y del Deutscher Tierschutzbund, optar por alternativas vegetarianas o veganas para la mesa festiva.
Como mínimo, los productos de origen animal deberían provenir de crías regionales y respetuosas con el animal.
Etiquetas como “cría al aire libre”, “cría extensiva” o “ganso ecológico” pueden ayudar a los consumidores a elegir. Sin embargo, hay que ser conscientes de que estos términos no siempre están estrictamente regulados y, por lo tanto, no garantizan el bienestar animal.
El Deutscher Tierschutzbund ha recopilado en su sitio web consejos que pueden ser útiles en compras inevitables, por ejemplo, al elegir productos de plumas y plumón.
La caridad debería extenderse también a los animales, especialmente en San Martín. “Quien elige con conciencia puede combinar tradición y compasión”, afirma la asociación de protección animal de Múnich.