Austin (Texas) - Un gato doméstico no vuelve del más allá simplemente, pero para Kelly Anderson estaba claro: una parte de su querido Chai debía seguir viva. La gerente de redes sociales de 36 años pagó 25.000 dólares (21.400 euros) para clonar a su gato fallecido. Hoy convive con el gemelo genético de Chai, Belle.

Para Anderson, Chai era más que una mascota. El gato la acompañó durante una época difícil, percibía sus estados de ánimo y le brindaba apoyo, como explicó a People.

Cuando Chai falleció inesperadamente por una complicación anestésica tras una operación, el mundo de Anderson se derrumbó. Esa misma noche comenzó a investigar sobre la clonación de animales.

Para ella quedó claro que quería continuar la historia de Chai mediante la empresa ViaGen.

Los expertos le explicaron que un clon no implica una resurrección. No es un carácter idéntico, ni la recuperación del antiguo animal .

Para Anderson eso estaba bien. No buscaba un sustituto, sino una especie de continuación familiar. Sin embargo, el proceso tardó más de lo previsto.

Debido a un material de muestra de tejido dañado, el procedimiento se prolongó cuatro años. Finalmente, en octubre de 2021, sostuvo a Belle en brazos.

Visualmente, Belle y Chai son casi indistinguibles. También algunos rasgos de comportamiento resultan familiares. Sin embargo, Belle es un animal único. En Instagram, la cuenta “clonekitty” tiene más de 88 000 seguidores.

Pero la atención también trae críticas. ¿Por qué no adoptar? ¿Por qué gastar tanto dinero? ¿Es moralmente aceptable? Anderson escucha esas preguntas constantemente. Entiende las dudas, pero sigue convencida de que la empresa actúa de manera responsable. Para ella, la decisión ha valido la pena.

Una cosa es importante para ella: que nadie crea que clonar devuelve a un compañero perdido. Recomienda a los interesados observar con honestidad. Quien recurre a la clonación para evitar el duelo, terminará decepcionado.