Arlington (Virginia/EE. UU.) - Un pequeño accidente con gran repercusión causó revuelo el fin de semana y requirió la intervención de los bomberos . El afectado no era una persona, sino un tucán llamado Chester.

Para la dueña del ave exótica comenzó un verdadero drama: al limpiar, no se dio cuenta de que Chester había entrado al baño con ella, y de inmediato cayó cabeza abajo en el inodoro abierto.

El agua estaba fresca, pero igual… el inodoro sigue siendo el inodoro. Rápidamente llevaron a Chester al lavabo y lo enjuagaron a fondo bajo el chorro de agua.

Como a muchos pájaros, a Chester no le gustan los baños forzados. Apenas tuvo la oportunidad, escapó empapado y desapareció sin dejar rastro.

La búsqueda terminó con un hallazgo inesperado: bajo el lavavajillas había una diminuta abertura. Un escondite perfecto que hasta entonces era totalmente desconocido.

La dueña no se atrevía a desmontar el electrodoméstico. Cuando la administración del edificio también se negó a ayudar, alegando que no se trataba de una emergencia, se le ocurrió una idea salvadora.

«Pensé: oye, los bomberos rescatan gatos de los árboles. Entonces seguro pueden liberar también a un tucán de un compartimento del lavavajillas», escribió en su publicación de Instagram.

El cuerpo de bomberos de Arlington demostró su cariño por los animales . El equipo acudió, ayudó con paciencia y se aseguró de que Chester fuera liberado sano y salvo de su escondite.