Una cápsula de detergente estalla en la mano de un niño (4): las consecuencias son estremecedoras

Perth (Australia) - Un breve descuido de una madre de Australia Occidental tuvo consecuencias devastadoras para su hija de cuatro años. Después de que la niña jugara con una cápsula de detergente, la cápsula estalló de repente y lesionó gravemente los ojos de la niña de cuatro años.

Un niño australiano tuvo que someterse a varias operaciones después de que una cápsula de detergente (en la imagen) le estallara en las manos. (imagen simbólica)
Un niño australiano tuvo que someterse a varias operaciones después de que una cápsula de detergente (en la imagen) le estallara en las manos. (imagen simbólica)  © 123rf/mousefamily

Era una situación cotidiana que los padres conocen muy bien: Mientras Jodi hacía la colada, su hija Luca quería estar cerca de ella y ayudarla.

Cuando la australiana de 34 años quiso llenar la lavadora, le dio a su hijo una bolsita de detergente para que la sujetara. Lo que ocurrió a continuación puso a madre e hija en una situación fatal: "Cuando me di la vuelta, ya la había mordido y le había entrado en los ojos".

Por desgracia, Luca empeoró las cosas cuando, según el Daily Star, se frotó los ojos asustada, provocando que la solución de lavado le entrara aún más.

Jodi cogió a la niña de cuatro años y la metió en la ducha para que se enjuagara el detergente lo antes posible. "Estaba gritando y alterada. Me di cuenta de que no se calmaba, seguía histérica", recuerda la australiana.

Preocupada, llamó al centro de toxicología para pedir ayuda. "Me dijeron que fuera al hospital".

Niña con discapacidad visual tras un incidente con una cápsula de detergente

El niño de cuatro años tuvo que ser operado tres veces y aún sufre problemas oculares. (imagen simbólica)
El niño de cuatro años tuvo que ser operado tres veces y aún sufre problemas oculares. (imagen simbólica)  © 123rf/kdshutterman

En la clínica, los médicos descubrieron un defecto en el ojo izquierdo de Luca y quemaduras causadas por ácido. La niña tuvo que someterse a un total de tres operaciones, incluida la colocación de una membrana en la superficie del ojo para ayudarla a cicatrizar.

Al cabo de 16 días, Luca pudo por fin abandonar el hospital. Sin embargo, la niña debe prepararse para sufrir enrojecimiento alrededor de los ojos durante los próximos seis a doce meses. También tiene una ligera discapacidad visual desde el incidente. "Podría haber sido mucho peor", dice la madre, Jodi. El incidente fue "traumático" para ella.

"A menudo me ayuda con la colada, pero no suele jugar con las vainas", continúa. La australiana también culpa al fabricante: "Tienen buen aspecto y huelen bien. Son atractivas para los niños".

La madre espera que las advertencias de los envases de las cápsulas se formulen pronto de forma aún más clara.