Liverpool (Inglaterra) - El británico Stuart Kingston (63) tenía problemas para tragar y por eso comía muy poco, pero no quería preocupar a su mujer Carol y se lo guardaba para sí. Hasta que en agosto de 2020 se fijó más en él y notó el cambio en el rostro de su marido.

"Durante la pandemia, por supuesto, mantuvimos las distancias. No fue hasta más adelante, cuando viajábamos en la caravana y nos sentábamos juntos, que vi lo desigual que tenía la cara", dice Carol en el comunicado del Centro Oncológico de Clatterbridge.

El paciente no quería armar jaleo, pero su hija acabó por no tener piedad cuando le vio bultos en el cuello y notó grandes cambios en su forma de hablar. El profesor jubilado tuvo que someterse a un chequeo médico, que reveló un cáncer de lengua.

Una combinación de radioterapia y quimioterapia iba a propiciar la recuperación del británico.

"La noche antes de empezar el tratamiento, Carol y yo fuimos a ver las Iluminaciones de Blackpool (un festival de luces) y nos prometimos que volveríamos cuando terminara el tratamiento", recuerda Stuart.

El tratamiento del hombre fue un éxito, pero primero tuvo que aprender habilidades básicas como comer, beber y volver a hablar.

El personal del centro médico le ayudó, incluso después de volver a casa.

El paciente tenía miedo de perder el habla, pero ahora puede expresarse con claridad.

"No pienses que eres invencible, como yo lo era. Habla con un especialista si notas algún síntoma y ponte en manos de expertos", dijo a otras personas el paciente ahora curado.