Londres - ¿Vio venir el desastre? Cinco días antes del hundimiento del Titanic , un pasajero de primera clase escribió una misteriosa postal.

113 años después del hundimiento del Titanic (15 de abril de 1912), se subastó esta postal. Fue escrita por el coronel Archibald Gracie, uno de los 709 supervivientes de la catástrofe.

En la tarjeta, fechada el 10 de abril y entregada durante la segunda escala del Titanic en Irlanda, el coronel comparte con un conocido sus impresiones sobre el mayor buque del mundo en aquel momento. "Es un buen barco, pero esperaré hasta el final de mi viaje antes de emitir un juicio sobre él".

Al mismo tiempo, Gracie deja claro que probablemente habría preferido hacer el viaje a través del Atlántico en otro barco: "El Oceanic es como un viejo amigo, y aunque no tiene el estilo sofisticado y los variados placeres de ese gran barco, lo echo de menos por sus cualidades marineras y su aspecto de yate."

Cinco días después, el Titanic chocó con un iceberg frente a Terranova, y el resto es historia.

Ahora la tarjeta, propiedad de un descendiente del destinatario de la misma, ha sido subastada en Inglaterra. La casa de subastas Henry Aldridge &Son esperaba obtener 60.000 libras esterlinas (70.000 euros) . Al final, fue "ligeramente" más: un postor pagó la friolera de 300.000 libras, o algo menos de 350.000 euros, por el histórico documento, informa The Guardian.

El coronel Archibald Gracie es considerado uno de los supervivientes más famosos del Titanic.

Los supervivientes relataron cómo el coronel atendió a mujeres y niños durante la catástrofe , les trajo mantas y les ayudó a subir a los botes salvavidas. Poco antes de que el Titanic se hundiera, abandonó el barco con un valiente salto al agua y se aferró a un bote salvavidas volcado con otros supervivientes.

Muchas personas perdieron la vida en el agua helada, recordó Gracie más tarde en su relato de testigo presencial "La verdad sobre el Titanic".

Archibald Gracie nunca se recuperó de la hipotermia que sufrió la noche del desastre. Murió a finales de 1912, pocos meses después, a la edad de 53 años. Su libro se publicó póstumamente y se considera el relato más detallado de un superviviente del Titanic.