California - Al igual que con prácticamente todo lo que el príncipe Harry y la duquesa Meghan hacen, también calientan con su inesperado video de twerk desde el hospital los ánimos. La prensa británica y los usuarios de las redes sociales se dejan llevar por el clip.

Con esto, nadie había contado realmente. La duquesa Meghan (43) publicó un video en Instagram, en el que se la ve con su esposo, el príncipe Harry (40), aparentemente poco antes del nacimiento de su hija en común Lilibet (4) bailando desenfrenadamente en una habitación de hospital.

En el clip, mueve las caderas y las nalgas al ritmo de la música, twerkea - y trata de estimular los dolores de parto que ya estaban atrasados, como explica: "Cuando la comida picante, caminar durante horas y la acupuntura no funcionaron, ¡solo quedaba una cosa!"

Algunos fanáticos de la familia real nunca perdonarán a Meghan que, en su opinión, haya separado a Harry de su familia y luego se haya mudado con él a Estados Unidos. Allí, la pareja vive con la pequeña Lilibet y su hijo Archie (6).

Desde hace años, la relación del príncipe con su padre, el rey Carlos III (76), y su hermano mayor, el príncipe Guillermo (42), se considera extremadamente tensa, si no completamente deteriorada.

No es de extrañar que un videoclip como este de Harry y Meghan no sea bien recibido en su antigua patria, Reino Unido , considerando todo esto.

Una columna para el tabloide británico "Daily Mail" titula Sarah Vine más o menos así: "¿Pensaron que les gustaría a las masas si twerkeaban como adolescentes de basura de remolque?" La columnista utiliza una designación despectiva común en Estados Unidos para personas que viven en asentamientos de trailers.

Los colegas de "The Sun" escriben que el clip es "cringe", es decir, incómodamente vergonzoso. El periódico cita a la experta en realeza Ingrid Seward, quien muestra una actitud igualmente poco entusiasta hacia el video: "Pueden hacer lo que quieran, pero ¿por qué deberían publicarlo en línea? ¿No tiene Meghan límites? Creo que es vulgar, innecesario y busca atención." Además, considera que es "hipócrita", ya que Meghan y Harry suelen ser muy cuidadosos con su privacidad.

Otro experto en realeza, Richard Fitzwilliams (75), se expresa de manera igualmente crítica en una conversación con "Express.co.uk". "Cuando vi el video de Meghan embarazada y Harry twerkeando por primera vez, pensé que su cuenta de Instagram había sido pirateada y que era una falsificación", dice Fitzwilliams.

Se pregunta "cuán poco real" se puede ser. Es cierto que es el buen derecho de Meghan publicar dichos clips, pero también es "nuestro privilegio juzgar". No explica por qué cree tener este "privilegio" el septuagenario.