Luxemburgo - A los 70 años, el rey Carlos (ahora 76) seguía esperando pacientemente su momento en el trono británico. Después de un cuarto de siglo, Enrique de Luxemburgo (70) no quiere seguir al frente de su país y quiere ceder el cetro a su hijo Guillaume (43). Ahora se ha anunciado: ¡El cambio de trono es inminente!

Según un anuncio del Gobierno, las celebraciones comenzarán el 3 de octubre, al principio con el papeleo necesario y menos emocionante.

El Gran Duque Enrique tiene que firmar el documento de abdicación en palacio, tras lo cual su hijo prestará juramento en la Cámara de Diputados.

Tras esta parte oficial, el pueblo puede celebrar a su nuevo Jefe de Estado. Guillaume y su familia, su esposa Stéphanie (41) y sus dos hijos Charles (5) y François (2), aparecerán en el balcón.

A continuación se organizará una recepción gubernamental en el Palacio de la Ciudad y la jornada concluirá con una fastuosa cena de gala en el palacio.

Pero ahí no acaba la historia.

Al día siguiente de la ceremonia de investidura, la recién "coronada" pareja reinante viajará por su país y visitará los festivales folclóricos de Wiltz y Dudelange.

El gran final tendrá lugar en la capital, con una ceremonia en el puente de la Gran Duquesa Carlota, un espectáculo nocturno de drones y un concierto.

El 5 de octubre marca el final del cambio de trono. Este día, sin embargo, las cosas serán un poco más tranquilas para la familia Gran Ducal.

Sólo asistirán a un himno de alabanza en la catedral de Notre-Dame de Luxemburgo. Después, las cosas se ponen realmente serias: la responsabilidad del pequeño país europeo recae ahora sobre los hombros de un joven padre.