Tina Ruland: Su sorprendente conclusión tras doce meses sin alcohol

Berlín - Desde hace un año Tina Ruland (58) lleva una vida totalmente libre de alcohol. Ahora hace un balance provisional.

Hace un año, Tina Ruland (58) creía que sin alcohol no podía entrar en ambiente de fiesta.
Hace un año, Tina Ruland (58) creía que sin alcohol no podía entrar en ambiente de fiesta.  © Gerald Matzka/dpa

Todo empezó con el documental "Alkohol Detox – Die Challenge", en el que la actriz se abstuvo de alcohol durante cuatro semanas.

«Nunca pensé que aquel periodo de abstinencia de cuatro semanas se convertiría en un año y que estaría tan feliz con ello», dijo Ruland a BILD. Al principio la abstinencia fue fácil, pero después de varios meses volvió el deseo.

Pasó las vacaciones de Semana Santa en Curazao, donde le hubiera gustado tomar un rosado frío al atardecer. «Eso fue complicado. Pero me mantuve firme, aunque mis amigos bebían alcohol».

Hasta hace un año, la fama de «Manta Manta» suponía que necesitaba alcohol para entrar en ambiente de fiesta.

«Sin embargo, descubrí que no era así y que también sin alcohol me divierto muchísimo. Al contrario: como mi nivel de energía es mucho mayor ahora, ahora la fiesta me sale mucho mejor», explicó la mujer de 58 años.

Tina Ruland no necesita beberse a los hombres guapos.

Al lado de Til Schweiger (61 años, a la izquierda), Tina se hizo famosa en toda Alemania con la película "Manta Manta".
Al lado de Til Schweiger (61 años, a la izquierda), Tina se hizo famosa en toda Alemania con la película "Manta Manta".  © Henning Kaiser/dpa

Hoy en día la vida sin alcohol es “un automatismo”. Sin alcohol, ella siempre sabe exactamente lo que está haciendo, tanto en lo positivo como en lo negativo.

“No necesito una copa para relajarme, parecer más divertida o emborrachar a alguien”, explicó la actriz.

Hace apenas unos meses, en una entrevista, bromeó diciendo que ya no necesitaba emborrachar a los hombres. Ahora, en cambio, se enfrenta a la realidad.

Como ejemplo de su pasado, contó una anécdota picante. Tras un encuentro de una noche se despertó y sabía lo que había ocurrido, pero pensó: “Eso lo podría haberme ahorrado”.

“Ahora tengo una visión mucho más aguda en lo que respecta a los hombres. Pero sigo soltera”, dijo Ruland.