Martín Rütter lucha con los sufrimientos cotidianos: "¿Puedo soportarlo realmente solo con mucha dificultad?"

Como el entrenador de perros más destacado de Alemania, Martin Rütter (55) ha observado a muchos cuadrúpedos con precisión mientras comen. Para el nativo de Duisburgo, sin embargo, esto es impensable en los humanos.

El experto en perros Martin Rütter (55) ha estado sufriendo durante varios años de la llamada misofonía, como acaba de revelar.
El experto en perros Martin Rütter (55) ha estado sufriendo durante varios años de la llamada misofonía, como acaba de revelar.  © Instagram/martinruetter_official (Screenshot)

Pues: Rütter padece misofonía, como acaba de revelar en el podcast "Toast Hawaii" ante la presentadora Bettina Rust (57).

"Tengo misofonía, es decir, me repugnan los ruidos al masticar", confiesa el experto en perros durante la conversación.

Lo primero que le llamó la atención fue cuando vivía con una ex novia, recuerda el hombre de 55 años. Sin embargo, como la relación ya había terminado en ese momento, Rütter no se dio cuenta de la gravedad de la situación.

"Mira, porque el amor se ha extinguido, no puedes soportar cómo mastica", intentó explicarse su aversión a los ruidos al comer en aquella época.

La misofonía de Martin Rütter se vuelve cada vez más pronunciada con el paso del tiempo

Los ruidos que otras personas hacen al comer son un dolor de cabeza para el experto en perros Martin Rütter. (Imagen simbólica)
Los ruidos que otras personas hacen al comer son un dolor de cabeza para el experto en perros Martin Rütter. (Imagen simbólica)  © 123RF/BDS

Cuando tuvo la misma experiencia con un amigo y solo pensó "Ey, ¿cómo come este?!", finalmente se dio cuenta de que "solo era mi problema con los ruidos", dice Rütter.

Fue su compañera de podcast en "Tierisch menschlich", Katharina Adick, quien le hizo consciente de que sufre de misofonía.

Pero ¿cómo se manifiesta su enfermedad en la vida diaria? Rütter lo explica: "Es realmente malo [...]. Puedo soportarlo muy difícilmente". Aunque es consciente de que hace los mismos ruidos al comer que todos los demás. A pesar de ello, insiste: "Cuanto más viejo me hago, peor se vuelve".

Al menos: Los ruidos de comer de los perros no lo molestan en absoluto.