Jolie habla de una "época traumática": Pitt da el siguiente paso con una novia 29 años más joven.
Los Ángeles - La guerra de rosas entre Brad Pitt (61) y Angelina Jolie (50) ocupa desde hace ya nueve años la prensa internacional y Hollywood. La antigua pareja de actores sigue litigando en los tribunales incluso después del divorcio oficial del año pasado. Al menos, Pitt parece estar flotando en la nube siete en este momento.

Desde hace aproximadamente tres años, la estrella de “F1” sale con Ines de Ramon, 29 años más joven (32). Ahora parece que ambos han dado el siguiente paso: “vivir juntos por completo”, como informa la revista de celebridades People.
“Brad realmente incluye a Ines en todos sus planes de viaje, y cuando están en casa, simplemente se relajan juntos”, comenta un informante en la publicación. “Convierten su hogar en un verdadero hogar”.
Fue en 2024 cuando aparecieron por primera vez juntos en la alfombra roja; desde entonces, están “más felices que nunca”, según otra fuente. “Está tan feliz y enamorado”.
Sin embargo, la felicidad amorosa privada no protege al de 61 años de nuevas comparecencias judiciales. Actualmente se está investigando si todavía le debe decenas de miles de dólares a su exesposa.
Angelina Jolie y Brad Pitt siguen discutiendo en el tribunal

Ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, Jolie exige a Pitt 33 000 dólares en honorarios de abogado. El castillo Château Miraval sigue siendo también un punto de conflicto entre ambos.
«Después de presentar el divorcio, le entregué el control total y el derecho de residencia completo, sin exigirle ninguna compensación económica. Esperaba que, tras una época muy difícil y traumática, él fuera más sensato en las negociaciones posteriores», habría explicado la actriz de «Lara Croft», según los documentos judiciales, como informa Page Six.
Según Jolie, ni ella ni ninguno de sus seis hijos ha puesto un pie en la propiedad desde entonces. Pitt demanda a su ex, alegando que ella vendió su parte del castillo sin su permiso. Ella insiste en que no necesitó su autorización.
Debido a la costosa compra del castillo, al divorcio y a una pausa (forzada) en su carrera, estuvo casi sin dinero, pero aun así «no solicitó ni pensión alimenticia ni ayuda para los hijos».