Influencer en una carrera extrema por la marisma: “Tengo un dolor como nunca antes”.

Cuxhaven - El influencer y animador fitness Nico Spedicato (28) es conocido por sus retos, pero el primer Red Bull Wattlauf del mundo lo llevó al límite. Junto a unos 500 participantes más, el domingo se enfrentó al recorrido único a través del Patrimonio Natural de la Humanidad de la UNESCO, el Mar de Wadden: 24,6 kilómetros desde Cuxhaven‑Duhnen hasta la isla de Neuwerk y de regreso.

Nico Spedicato (28) en su primer “Red Bull Wattlauf”.
Nico Spedicato (28) en su primer “Red Bull Wattlauf”.  © Jan Malte Neuhaus / Red Bull Content Pool

Como le comentó a TAG24 un portavoz antes del evento, nunca se había realizado una carrera de este tipo en el mundo. El truco aquí: los atletas compiten no entre ellos, sino contra la naturaleza.

«Fue realmente indescriptible, estábamos hasta el pecho en agua en varios tramos», dijo Spedicato en Instagram justo después de la carrera. Y añadió: «Fue lo más duro que he hecho en mi vida. Sentí dolores que nunca antes había experimentado».

Sin embargo, el influencer de 28 años está acostumbrado a situaciones extremas. Su comunidad online en TikTok e Instagram lo sigue regularmente a través de retos de fitness, sesiones de acrobacia y experimentos deportivos.

El ganador en la categoría masculina fue el ultramaratonista Florian Neuschwander (44), que con un tiempo de 1:40:45 horas se adjudicó la victoria. En la categoría femenina se impuso Florentine Beese, quien completó el exigente recorrido en 2:03:07 horas.

El domingo, casi 500 participantes desafiaron las mareas en el primer "Red Bull Wattlauf" del mundo.
El domingo, casi 500 participantes desafiaron las mareas en el primer "Red Bull Wattlauf" del mundo.  © Pascal Lieleg / Red Bull Content Pool

Primer “Red Bull Wattlauf”: la conservación de la naturaleza en el centro.

Ganadores masculinos: ultracorredor Florian Neuschwander (44).
Ganadores masculinos: ultracorredor Florian Neuschwander (44).  © Christian Brecheis / Red Bull Content Pool

«El ambiente estaba increíble, había muchísima gente en la playa y en la zona de marea», comentó Neuschwander al cruzar la meta.

«Fue todo un reto: en algunos tramos teníamos que atravesar un kilómetro entero de agua. En el regreso me alegré cuando el agua desapareció. Sobre todo, la llegada a la arena fue un auténtico punto culminante.»

Además del afán deportivo, la protección del medio ambiente fue una prioridad absoluta. En ningún momento se permitió abandonar el recorrido para salvaguardar la frágil naturaleza.

Los snacks solo se podían consumir en envases reutilizables, y el agua se ofrecía deliberadamente en solo tres puntos: al inicio, en la isla y en la meta, con el fin de evitar residuos.

Los organizadores aseguran que el estricto reglamento se cumplió en todo momento.