Toulouse (Francia) - ¡Podría haber acabado mal! En un partido de rugby en Toulouse, el balón debía ser introducido en el terreno de juego por paracaidistas que planeaban en el estadio. El paracaidista con el balón se quedó atascado en el techo del estadio.

Los organizadores de Toulouse habían ideado algo muy especial para los octavos de final de la Copa de Campeones, la máxima competición europea de rugby, entre el Stade Toulousain y los Sale Sharks.

Tres soldados iban a saltar en paracaídas al estadio, el último con el balón del partido. Pero después de que los dos primeros saltadores aterrizaran sanos y salvos en el terreno de juego, el plan salió mal.

Una ráfaga de viento alcanzó al último paracaidista y lo impulsó hacia el tejado del estadio. No alcanzó la estructura, pero la tela del paracaídas se enganchó en la construcción del tejado.

El soldado quedó colgando indefenso en el aire por el paracaídas y no pudo liberarse.

Los espectadores de la zona situada justo debajo tuvieron que abandonar sus asientos y en su lugar se colocaron colchonetas, por si el paracaídas se desprendía y el hombre caía a las profundidades.

Al cabo de unos 25 minutos, los bomberos lograron liberar al soldado de su apuro. Llegaron con una escalera giratoria y liberaron primero al saltador de su arnés y luego del paracaídas enredado en el techo del estadio.

Se dio el visto bueno y, aunque el hombre parecía conmocionado, pudo abandonar el estadio por su propio pie e incluso sacar él mismo el paracaídas.

Tras un retraso de 40 minutos, el partido pudo finalmente iniciarse sin más incidentes imprevistos.

El Toulouse no se dejó intimidar por el incidente, hizo honor a su papel de favorito y ganó el partido por 38:15.

El club francés pasa así a cuartos de final, pero es probable que los organizadores prescindan de más paracaidistas para este partido.