Un hombre recoge una concha de colores: Cuando se entera de la verdad, tiene que respirar hondo
Egipto - Él no lo sabía. Mientras buceaba en el Mar Rojo, Frank descubrió una concha de colores y la cogió sin más. Pero cuando descubrió lo que realmente era, probablemente se estremeció.

En Reddit, Frank compartió una foto de la supuesta concha que sostenía en la mano mientras buceaba.
"Pensé que acababa de encontrar una concha muy bonita y quería llevármela a casa como recuerdo", explicó el buceador. Sin embargo, cuando sintió un "movimiento" y un "peso" en su interior, prefirió devolver el molusco a su sitio. No obstante, Frank decidió hacer unas fotos con su cámara GoPro, sin darse cuenta de que su vida corría grave peligro.
No era un mejillón, sino un caracol cono, un caracol depredador muy venenoso muy extendido en aguas tropicales. Se conocen más de 750 especies en todo el mundo.
Algunos caracoles cono son tan mortíferos que una sola mordedura con el diente venenoso, la llamada rádula, basta para enviar a un ser humano adulto al más allá.
Caracoles cono venenosos: ¿un peligro subestimado?

No fue hasta que Frank volvió a casa cuando supo la verdad. "Meses después, me dijeron que quizá no hubiera sido buena idea manipularlo así", escribió en Reddit, preguntando a la comunidad: "¿Podéis ayudarme a identificar qué era exactamente y en qué peligro me encontraba realmente?".
El usuario de Reddit JorikThePooh sabía la respuesta: "Es un cono tejedor, Conus textil", escribió el biólogo, explicando: "Todos los caracoles cono son venenosos , pero esta especie es una de las que se sabe que son peligrosas para los humanos".
Sin embargo, los casos mortales son raros. Se conocen poco más de 30 incidentes mortales relacionados con ataques de caracoles cono. Pero es probable que el número de casos no denunciados sea mucho mayor, está seguro el usuario.
"Sí, fue una mala idea cogerlo sin más, sobre todo bajo el agua, donde lo más probable es que siguiera vivo. Podría haberte matado", advierte el experto en caracoles cónicos, y añade: "No hay antídoto. Sobrevivir es cuestión de suerte".