Tiflis (Georgia) - Una joven británica de 18 años ha sido detenida en el aeropuerto de Georgia con 54 paquetes de droga y ahora se enfrenta a una larga pena de prisión. En una vista, declaró que estaba embarazada. Según fuentes internas, había viajado al sudeste asiático "por amor".

Mientras continúa la investigación, Bella May Culley deberá pasar hasta nueve meses en prisión preventiva, antes incluso de que su caso llegue a los tribunales , informa el Mirror.

Según su abogado, la joven de 18 años no era consciente de las consecuencias que podía tener su delito. Desde entonces se encuentra en un estado extremadamente inestable.

Según su abuelo, William Culley, Bella viajó a Filipinas para encontrarse con un joven llamado "Ross" o "Russ", al que había conocido hace unos años y que, al parecer, trabajaba allí.

Aún no está claro quién es exactamente este hombre, si es el padre del presunto feto o podría estar implicado en el caso de las drogas. Las autoridades georgianas siguen investigando.

Mientras tanto, su familia lucha desesperadamente por su liberación.

El padre Niel Culley (49) y su tía Kerrie Culley (51) viajaron a Georgia para apoyar a Bella. Sin embargo, hasta ahora se les ha negado el contacto con ella debido a obstáculos burocráticos.

La propia Bella escribió a las autoridades y pidió que se permitiera a su padre visitarla, pero hasta ahora no ha habido respuesta.

La familia está intentando conseguir ayuda a través de la embajada británica. También la han visto visitando el despacho de un abogado defensor local.

Para cubrir los gastos legales, se pidió al abuelo William Culley que vendiera en su nombre la casa de su hijo Niel en el Reino Unido.

Se ha iniciado un examen médico para determinar si Bella está realmente embarazada, pero los resultados permanecen en secreto.

Si se confirma la sospecha, tendría que dar a luz a su hijo en prisión y criarlo allí. Según la legislación georgiana, un niño puede permanecer bajo custodia de su madre hasta que cumpla tres años, tras lo cual sería entregado a su familia, explicó su abogado.

Se enfrenta a una larga pena de prisión de al menos 20 años. Una forma de reducir la condena sería cooperar plenamente con las autoridades. Hasta ahora, sin embargo, la joven de 18 años ha ejercido su derecho a guardar silencio.

Para su familia, una cosa es segura: Bella no es una mula de la droga. Su abuelo subraya: "De alguna manera se ha visto arrastrada a algo".