EE.UU./Wisconsin - Cuando un niño de cuatro años del estado norteamericano de Wisconsin llamó a la policía y exigió que detuvieran a su madre, los agentes se quedaron inicialmente estupefactos... ¡pero la razón era dulce como el azúcar!

Al niño de cuatro años no le hizo ninguna gracia. No paraba de repetir por teléfono que los agentes debían detener a su madre.

"Mi mamá es mala (...) Venid a por mi mamá", decía el niño.

Mientras el centro de llamadas de emergencia intentaba averiguar cuál era exactamente el problema, su madre cogió el teléfono y explicó por qué tenía problemas.

"Me comí su helado, probablemente por eso está llamando al 911 (el número de emergencias estadounidense)", dijo la mamá.

Pero la situación no acabó ahí, porque poco después del simpático grito de socorro, los agentes acudieron a la familia.

Para entonces, sin embargo, el niño ya se había calmado.

Seguía enfadado, pero ya no quería que su madre fuera a la cárcel.

Al día siguiente, la policía volvió a visitar a la familia, pero esta vez con una dulce sorpresa para el niño de cuatro años. A los agentes les pareció tan tierna la historia que no tardaron en llevarle su merecido helado.

En una publicación de Facebook , la jefatura de policía compartió una simpática foto en la que aparecían dos agentes y el niño con su helado en la mano.