Blatten (Suiza) - Todo estaba tranquilo en un pequeño pueblo su izo , pero de repente un estruendo espeluznante rompió el silencio. Unas rocas se habían desprendido en la cima de una montaña y amenazaban con sepultar a la comunidad.

Según un informe del periódico suizo"Blick", el primer desprendimiento de rocas se produjo el pasado miércoles por la noche. En el "Kleine Nesthorn", a 3.000 metros de altitud, se desprendieron cascotes y pedregullo que cayeron hacia el pequeño pueblo de Blatten, en el Lötschental.

Pero los expertos no tardaron en darse cuenta de que lo peor estaba aún por llegar para los 300 habitantes. Se dieron cuenta de que toda una sección del pico de la montaña se había desplazado y amenazaba con caer al valle, lo que significaría el fin para el pequeño pueblo.

Los primeros 100 habitantes de Blatten fueron evacuados al pueblo vecino más cercano el sábado pasado. El lunes, los habitantes restantes tuvieron que hacer las maletas y huir: el peligro es demasiado grande.

Esa misma noche, unos 200.000 metros cúbicos de roca se desprendieron de la cumbre del Kleiner Nesthorn, pero un portavoz del centro de mando regional de Lötschental aseguró al periódico que se trataba de un mero presagio.

Los expertos esperan que caigan la friolera de cinco millones de metros cúbicos.

No hubo más desprendimientos importantes hasta el martes. Sin embargo, el ambiente sigue siendo tenso, ya que la siguiente parte de la montaña podría desprenderse en cualquier momento. Según los expertos, varios desprendimientos pequeños serían mejores que uno grande, con millones de metros cúbicos cayendo al valle de golpe.

Hasta que no haya certeza, los 300 habitantes del pueblo tendrán que esperar y ver qué pasa. Sólo cuando se descarte un nuevo desprendimiento se les permitirá volver a sus casas.