Londres (Gran Bretaña) - El Rey Carlos III (75) y su hermano el Príncipe Andrés (64) siguen enfrentados. Andrés se niega a abandonar su residencia en Windsor.

Según informa GB News, se ha pedido al príncipe Andrés que abandone este año su finca, la Royal Lodge de Windsor, para evitar que la familia real incurra en más gastos.

El trasfondo es la decisión del rey Carlos de retirar el apoyo financiero a su hermano después de que éste dejara sus funciones reales en 2020 y fuera despojado del título de "Su Alteza Real" en 2022.

A pesar de estos cambios, Andrew, de 64 años, está haciendo todo lo posible para seguir viviendo con su familia en Windsor.

Según una fuente confidencial, Andrew aún no ha terminado de aceptar los drásticos cambios en su situación.

El Príncipe se niega a mudarse a la más modesta Frogmore Cottage, que fue en su día el hogar del Príncipe Harry y la Duquesa Meghan.

En su lugar, permanece en la fastuosa Royal Lodge de Windsor, una propiedad de 30 habitaciones valorada en unos 31 millones de libras (unos 37 millones de euros), y no muestra ninguna disposición a cumplir la petición de su hermano, el rey Carlos.

Andrés vive en Royal Lodge con su ex esposa Sarah Ferguson, que actualmente se encuentra en Australia para promocionar su nuevo libro infantil.

Como explica el experto Rupert Bell, el Rey no puede obligar a su hermano a mudarse mientras pueda permitirse económicamente la propiedad.